top of page
Buscar
  • Foto del escritorBertha de Sánchez

Conociendo a los puritanos

Actualizado: 4 jun 2020


¿Qué significa el término puritano


Mucha gente hoy en día usa el término para describir una marca de la cristiandad legalista y arisca que se acerca al fanatismo. La mayoría de este estereotipo fue un producto de sentimientos anti-puritanas del siglo diecinueve. Mientras que subsecuente culturas han expresado varias opiniones de los puritanos, es útil de hacer un relato breve de la historia del término y para trazar el movimiento lo más objetivo posible.


El término puritano fue usado primero en los 1560s hacia esos protestantes ingleses quienes consideraron las reformas bajo la Reina Isabel I incompletas y llamaron por una “purificación” (del griego katharos, “puro”) amplia.  Su connotación negativa vino de su traducción del término latín catharus (puritano) o cathari (puritanos; de katharos), un titulo dado a herejes medievales…Para William Perkins (1558-1602), frecuentemente llamado “el padre del puritanismo”, puritano fue un “término vil” que describía gente con tendencias perfeccionistas (The Works of William Perkins, 1:342, 3:15).  Leonard J. Trinterud concluye, “Durante el siglo dieciséis fue usado más como un adjetivo mofador que un sustantivo sustancial, y fue rechazado como calumnioso en cualquier área que fue aplicado” (Elizabethan Puritanism, pp. 3ff.).


A pesar de esto los términos puritano y puritanismo quedaron firmes … Nosotros acertamos que los puritanos abrazaron cinco preocupaciones principales y trataron cada una substancialmente en sus escritos:

  • Los puritanos buscaron de escrudiñar las Escrituras, ordenar sus encuentros y aplicarlos a todas las áreas de la vida. Haciendo esto, los puritanos también apuntaron a ser confesional y teológicos, y dependieron mucho sobre las labores de la erudición cristiana.

  • Los puritanos fueron apasionadamente entregados a enfocarse sobre el carácter Trinitario de la teología. Nunca se cansaron de proclamar la gracia electoral de Dios, el amor agonizante de Jesucristo, y la obra aplicatoría del Espíritu Santo en las vidas de los pecadores. Su fascinación con la experiencia cristiana no fue tanto motivado por un interés en su propia experiencia en si tanto como fue su deseo de trazar la obra divina dentro de ellos con el fin de rendir toda la gloria a su Señor Triuno.

  • En común con los reformadores, los puritanos creyeron en la significación de la iglesia en los propósitos de Cristo. Por lo tanto, creyeron que el culto de la iglesia debería ser una obra externo cuidadoso y una encarnación fiel a su fe bíblica, y así el puritanismo fue un movimiento que se enfoco sobre la prédica plana y serio, reforma de liturgia, y hermandad espiritual. Igualmente, los puritanos creyeron que hay un orden o un régimen para el gobierno de la iglesia revelado en la Escritura, y que el bienestar de la iglesia dependía de sus aplicaciones en conformidad a ese orden.

  • En las grandes preguntas de la vida nacional presentadas por las crisis de sus días, los puritanos buscaron a la Escritura para tener luz sobre los deberes, poder y derechos del rey, el parlamento y de los sujetos-ciudadanos.

  • En cuanto al individuo, los puritanos se enfocaron sobre la conversión personal y comprensiva. Creyeron con Cristo que «dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios» Juan 3:3. Por lo tanto sobresalieron predicando el evangelio, sondeando la consciencia, despertando al pecador, llamándolo al arrepentimiento y fe, y guiándolo a Cristo, y educándolo en el camino de Cristo.

  • Igualmente, los puritanos creyeron con Santiago que «la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma» (Santiago 2:17). Así que desarrollaron de la Escritura una descripción cuidadosa de lo que un cristiano debería ser en su vida interna ante Dios y en todas sus acciones y relaciones en esta vida, en el hogar, en la iglesia, en el trabajo, y en la sociedad.

[Los puritanos] obraron para reformar y purificar la iglesia y guiar al pueblo hacia una vida piadosa viviendo consistente con la doctrina reformada de la gracia. J. I. Packer resume este entendimiento del puritanismo bien: «el puritanismo fue un movimiento evangélico de santidad buscando implementar su visión de un avivamiento espiritual, nacional y personal, en la iglesia, en el estado y en el hogar; en la educación, en el evangelismo y en la economía; en el discipulado personal y devoción, y en el cuidado y competencia pastoral» (An Anglican to Remember – William Perkins: Puritan Popularizer [St. Antholin´s Lectureship Charity Lecture, 1996], pp. 1-2).


Peter Lewis correctamente dice que el puritanismo creció por tres necesidades: (1) la necesidad de una prédica bíblica y la enseñanza de la sana doctrina reformada; (2) la necesidad  de una piedad bíblica y personal que enfatiza la obra del Espíritu Santo en la fe y en la vida del creyente; y (3) la necesidad de restaurar simplicidad bíblica en la liturgia, vestimentos y gobierno eclesiástico, para que una vida eclesiástica bien ordenada pudiera promover el culto del Trino Dios tal como ha sido mandado en Su Palabra (The Genius of Puritanism, pp. 11ff.).  Doctrinalmente, el puritanismo fue un tipo de un calvinismo vigoroso; experimentalmente, fue agradable y contagioso; evangelisticamente, fue agresivo aun cariñoso; eclesiásticamente, fue teocéntrico y lleno de adoración; políticamente, buscó ser escritural, balanceado y atado por la conciencia ante Dios en las relaciones de rey, parlamento, y ciudadanos.


El puritanismo para nada fue un movimiento monolítico no más que lo fueron los reformadores, o, sobre este asunto, cualquier otro grupo mayor de teólogos en la historia de la iglesia.  Ellos también tuvieron sus diferencias, no tan solo eclesiásticamente y políticamente, sino también teológicamente. Hubo entre ellos que tragaron y enseñaron errores, como Richard Baxter sobre la justificación y John Preston sobre la expiación.  Aún, por la mayor parte, hubo una unidad notable de pensamiento, convicción y experiencia entre los puritanos.


Tomado y editado del prefacio del libro

Meet the Puritans

por Joel R. Beeke y Randall J. Penderson



25 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

5534665929

©2020 por MujeresPuritanas. Creada con Wix.com

bottom of page